«El grupo motor surgió con la idea de construir una comunidad que diera la oportunidad a las personas mayores de seguir en el pueblo»

En la localidad madrileña de Fresnedillas de la Oliva Comunidades de Cuidados ha apoyado la puesta en marcha de un servicio de terapia ocupacional que ha sido muy bien acogido en el pueblo.

Durante la pandemia, varias personas de Fresnedillas de la Oliva, un municipio de la Comunidad de Madrid de casi 1800 habitantes, decidieron organizarse y formar redes de apoyo para cubrir algunas necesidades que habían situado a una parte de sus vecinas y vecinos en situación de vulnerabilidad. Fresnecuida, que así se llama esa red, fue el germen del grupo motor del proyecto Comunidades de Cuidados en la localidad, decidido a hacer todo lo posible para que las personas mayores puedan quedarse en el pueblo con los servicios de apoyo que necesiten.

«El grupo motor surgió por la idea de construir una comunidad que diera la oportunidad a las personas mayores de tener una actividad y una vida que les permitiera quedarse en su casa el mayor tiempo posible en lugar de irse a una residencia que, en el caso de este pueblo no está aquí, sino que sería ir a otro pueblo, irse fuera, perder la red, perder sus amistades», recuerda José Novillo, miembro del grupo motor de la comunidad de cuidados de Fresnedillas de la Oliva.

Su inquietud les llevó a pensar qué tipo de iniciativas podían poner en marcha «entre vecinos», más allá de lo que organizará el hogar del jubilado o el ayuntamiento. «Queríamos ver si entre los vecinos éramos capaces de hacer nuevas dinámicas» con el fin de que la gente mayor contase con actividades y servicios sin salir Fresnedillas, señala Novillo.

Bailes, charlas… el grupo motor ha llevado a cabo acciones muy diversas con el objetivo de reforzar los lazos vecinales en Fresnedillas de la Oliva. Poco a poco, han ido dando a conocer su propuesta e invitando a sumarse a más vecinas y vecinos a esta iniciativa. El servicio de terapia ocupacional ha sido una de las experiencias más exitosas. A sus 92 años, Joaquina Mateo acude puntualmente a la sesión semanal «desde el primer día» y no puede mostrarse más satisfecha: «Es una gimnasia que la hacemos sentadas y movemos todo el cuerpo. Para mí fue una maravilla, lo que me gustaría es que continuara y fuera más días».

Mª del Carmen Juez se muestra igual de entusiasta: «Es lo que más me gusta hacer. El día que no puedo venir porque tengo médico no lo paso muy bien, me encanta venir». Valora la gimnasia y también las actividades para trabajar la memoria y la atención que se llevan a cabo en las sesiones, así como la oportunidad que suponen para reunirse con gente del pueblo.

«Hacemos una especie de gerontogimnasia sentadas, con ejercicios de psicomotricidad. Hacemos también ejercicios de memoria. Son todo actividades que estimulan distintas capacidades», explica Elena Borraz, terapeuta ocupacional que coordina estas sesiones y vecina también de Fresnedillas, circunstancia que ha ayudado reforzar la confianza con las personas que acuden.

Una de las claves del éxito de esta terapia es su grado de personalización. Elena aplica el modelo de Atención Integral y Centrada en la Persona para entender las necesidades y expectativas de cada una. Por eso, realiza una valoración previa acudiendo al domicilio de cada persona para evaluar su estado físico y cognitivo en las actividades de la vida diaria y, «sobre todo, les pregunto qué les gusta hacer, qué les ha gustado hacer siempre, a qué se han dedicado, porque creo que es muy importante saber de dónde viene esa persona y qué quiere hacer con su vida».

Este tipo de servicios sociosanitarios pensados para mantener las capacidades funcionales y fomentar el contacto entre vecinas y vecinos sin tener que salir del pueblo son una de las principales demandas en las localidades de menor tamaño. «El pueblo pequeño desde las instituciones está descuidado» en términos de dotación de servicios, lamenta José Novillo, miembro del grupo motor de la comunidad de cuidados de Fresnedillas. Por eso, añade, «conforme avanza la edad es mucho más difícil quedarse en un pueblo pequeño».

En Fresnedillas de la Oliva están demostrando que la comunidad es capaz de poner en marcha iniciativas valiosas, pensadas para dar respuesta a las necesidades de las personas mayores y no solo desde el punto de vista sociosanitario. Mª del Rosario Contreras, otra de las participantes en las sesiones de terapia ocupacional, lo resume así: «Nos juntamos y tenemos una relación muy amigable y muy entrañable y nos sirve para conocernos mucho más y para pasarlo bien, porque realmente lo pasamos muy bien».

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