Cohousing y dependencia: un cambio de mirada

Comunidades de Cuidados organizó una reunión entre cooperativas de cohousing y entidades análogas con el IMSERSO para poner en común cómo afrontan la dependencia en sus respectivos modelos de convivencia comunitaria.

El pasado 2 de julio tuvo lugar una reunión en el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO) organizada por Comunidades de Cuidados. En ella participaron Trabensol, Antequera 51, Servimayor y Vitápolis para compartir cómo están afrontando las situaciones de dependencia y evidenciar los principales desafíos, tanto para poner en marcha alternativas de cuidados basadas en recursos comunitarios como para facilitar la colectivización de determinados servicios o apoyos públicos para atender las situaciones de dependencia, diseñados inicialmente en la LAPAD (Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia) para su prestación individual.

La directora general del IMSERSO, Mayte Sancho, felicitó a las entidades por sus avances al poner en marcha distintas alternativas de cuidados colectivos. El encuentro, en el que participaron representantes tanto del IMSERSO como del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, propició un diálogo abierto en el que, a partir de realidades cotidianas, se evidenció la necesidad de ampliar y mejorar los recursos públicos para la dependencia, por un lado, y de profundizar en soluciones verdaderamente comunitarias y colectivas que se alejen de esquemas institucionalizantes e individualistas, por otro.

Como se puso de manifiesto en esta reunión, existen importantes desafíos materiales y culturales que dificultan la puesta en marcha de modelos alternativos de cuidados en las comunidades de cohousing, especialmente aquellos que favorezcan la creación de viviendas colaborativas «para toda la vida», objetivo que requiere de la colaboración del Estado. Se explicitó la necesidad de acciones que faciliten la puesta en marcha de iniciativas de este tipo a partir de un adecuado reconocimiento normativo. Asimismo, se planteó como necesario que la atención a las situaciones de dependencia cuente con más recursos públicos y mejor orientados a la vida en casa y, específicamente, en el cohousing.

La contribución del proyecto Comunidades de Cuidados

Tras escuchar las distintas intervenciones en esta reunión, se pusieron sobre la mesa una serie de propuestas:

  • Accesibilidad universal: apostar por el diseño de entornos físicos y sociales resilientes.
  • Ampliación y flexibilización del catálogo de servicios de atención a la dependencia. En particular, es necesario que alternativas como el cohousing o viviendas colaborativas estén contempladas en el catálogo de servicios, de forma que sea posible colectivizar prestaciones.
  • Inclusión (mediante formación y recursos adecuados) del enfoque de atención integral y centrada en la persona.
  • Flexibilidad normativa para evitar que la consideración del cohousing como parte del sistema de servicios sociales lleve a un modelo institucional de cuidados y limite sus posibilidades de desarrollar una fórmula diferente.

De cara a los próximos meses, Comunidades de Cuidados se comprometió a seguir recogiendo información y hallazgos de las comunidades de cohousing para ofrecer evidencias sobre su contribución a mejorar la calidad de vida. El objetivo de todo ello es proponer cambios normativos que permitan avanzar en modelos de cuidados centrados en la persona, que hagan posible que vivamos en nuestras comunidades de referencia, también en situación de dependencia, con un abanico de recursos de apoyo que no sobrecargue ni a las personas ni a las comunidades.

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