La dimensión espiritual del cohousing: comunidades de valores, respeto y autorrealización

Publicamos la entrevista con Marije Goikoetxea sobre la dimensión espiritual del cohousing, que forma parte de la serie “Conversaciones de apoyos y cuidados” realizada como material de apoyo a las cooperativas de cohousing participantes en Comunidades de Cuidados.

Marije Goikoetxea, doctora en Derechos Humanos, licenciada en Psicología y Teología y magister en Bioética y Ética para la construcción social, conversa con Lourdes Bermejo sobre cómo se manifiestan en las personas y en la comunidad El sentido de la vida y la dimensión espiritual.

El punto de partida de cualquier proyecto de cohousing o viviendas colaborativas para toda la vida es el deseo de vivir y envejecer con un proyecto de vida y en el seno de una comunidad de personas que adquieren el compromiso de apoyarse mutuamente. Esto, a juicio de Marije Goikoetxea, lo califica como un “proyecto espiritual, un proyecto de sentido”.

El sentido de la vida consiste en “hacer algo [con lo] que siento que me autorrealizo como persona”, algo que —subraya esta experta— “es transversal a todas las personas, culturas y edades” y que “tiene que ver con aquellas cosas que yo creo que merece la pena vivir”.

Goikoetxea admite que le cuesta entender que haya un modelo de cohousing sin una “comunidad de valores” en torno a la que se articule un proyecto moral, de confianza —incluso en caso de fragilidad؅— y de esperanza.

Esos valores compartidos y el respeto son los elementos que, a su juicio, diferencian el cohousing de una comunidad de vecinos. “El respeto —precisa— va más allá de la tolerancia” e implica la “capacidad de relativizar lo que yo soy porque lo que tú aportas a mi vida lo modifica, ahí siempre hay un punto de confianza y espiritualidad”.

Respeto y espiritualidad se dan la mano en lo que ella denomina como “conciencia de autoinsuficiencia”: darnos cuenta de que “necesito de lo que no soy para ser”.

Generar confianza en situaciones de fragilidad

Marije Goikoetxea recomienda cuidar la dimensión espiritual de este tipo de comunidades, abriendo “espacios para que las personas compartan qué es lo que les genera satisfacción e insatisfacción”. 

De acuerdo con su experiencia, “la insatisfacción suele venir de la pérdida de control, por eso generar confianza es importante en situaciones de fragilidad. Hacer comunidades humanas en las cuales los niveles de compromiso, implicación y confianza sean mayores que las habituales es una experiencia que tiene sus riesgos, pero también tiene la posibilidad de vivir confiado, que es una gran ventaja”.Este tipo de comunidades intencionales que describe Marije Goikoetxea son los pilares de las viviendas colaborativas o cohousing para toda la vida que impulsa el proyecto Comunidades de Cuidados.

* Esta entrevista forma parte de la serie “Conversaciones de apoyos y cuidados” realizada como material de apoyo a las comunidades de cohousing participantes en el proyecto Comunidades de Cuidados. La serie consta de doce conversaciones con personas expertas en distintos ámbitos relacionados con el envejecimiento, la dependencia, los cuidados, el final de vida, etc. que publicamos por su interés, no solo para el mundo del cohousing sino para el conjunto de la sociedad.

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