La Asociación Cicerón visita la comunidad de cuidados de Fresnedillas de la Oliva

El modelo de viviendas compartidas en el ámbito rural que lleva adelante la Asociación Cicerón ha despertado un gran interés en la localidad madrileña, que está estudiando alternativas para ofrecer cuidados de larga duración en el seno de la comunidad.

Esta semana, en el marco gel proyecto Comunidades de Cuidados en Fresnedillas de la Oliva, ha tenido lugar un encuentro con representantes de la Asociación Cicerón, una organización dedicada a gestionar pequeñas unidades de convivencia para personas mayores en Castilla-La Mancha. Estas unidades constituyen una alternativa a la vivienda habitual cuando las circunstancias imposibilitan continuar residiendo en el domicilio, pero tampoco se desea ingresar en una residencia tradicional.

En dicho encuentro participaron María Ángeles Fuentes Guillén, geriatra y vicepresidenta de Cicerón; Esteban Merchán Maroto, psicólogo y socio fundador y María Moraleda Pinardo, directora técnica de la asociación. Las personas participantes de Fresnedillas se mostraron muy interesadas en el modelo de Cicerón.

Cicerón cuenta con centros en varios municipios manchegos, en los que ha conformado «grupos de convivencia en régimen de vivienda compartida o pequeñas residencias con una dinámica cuasi familiar donde se prestan cuidados y acompañamiento personal según el grado de dependencia».

Tanto en Fresnedillas de la Oliva como en los distintos pueblos con los que colabora Comunidades de Cuidados, los grupos motores implicados en el proyecto están buscando alternativas que puedan ajustarse a las necesidades y recursos de los que disponen. Este tipo de encuentros tienen el objetivo de dar a conocer experiencias y buenas prácticas en el cuidado de las personas mayores que puedan servir como modelo y punto de partida para que cada una de las localidades pueda poner en marcha las iniciativas que mejor se ajusten a su contexto.

Cicerón colabora con el proyecto Comunidades de Cuidados en su línea de trabajo dedicada a la evaluación del impacto en la calidad de vida de las personas que viven en comunidades de cohousing (u otros modelos análogos, como es el caso), con un alto grado de participación y autogestión por parte de las personas mayores. Evaluar el impacto en la calidad de vida nos va a ayudar recabar información en el marco del proyecto con un modelo que reúne características de nuestras líneas 1 y 3 de trabajo: no es un cohousing, pero sí una comunidad autogestionada e imbricada en el entorno rural que lleva años demostrando su viabilidad y su compromiso con la inclusión de las personas mayores.

Las claves de este modelo es que es muy familiar, está dentro del pueblo, concibe el espacio como un hogar, no como una residencia y así lo entienden quienes van a vivir allí. Además, y esto también está plenamente alineado con los objetivos de Comunidades de Cuidados, aborda los cuidados en caso de dependencia (a diferencia de otros modelos más extendidos en el mundo rural, como son las casas tuteladas).

En el caso de la vivienda de mayores Cicerón-Torrijos, fundada en 1982, se trata de una casa autogestionada, con una comunidad que se cuida y que cuenta con metodologías para ello, como por ejemplo sesiones mensuales para que las doce personas que allí viven sepan cómo están, qué se puede mejorar. En estas asambleas todas ellas tienen voz y participan, incluso aquellas con demencia. Todas ellas, además, participan en las tareas cotidianas de la casa en la medida que pueden (por ejemplo, una persona cocina con una profesional que le ayuda, mientras otra hace de pinche).

Las viviendas de Cicerón son un ejemplo real y con una larga trayectoria en cuanto al protagonismo de las personas mayores. Encuentros como este de Fresnedillas de la Oliva tienen la finalidad de darlo a conocer y tratar de mejorar el conocimiento de otros proyectos de innovación que pueden ser inspiradores del cambio de modelo de cuidados de larga duración que se está generando con los veinte proyectos piloto en torno a la Estrategia de Desinstitucionalización y cuyos avances se están dando a conocer en la Plataforma VIDAS (Vías Innovadoras para la Desinstitucionalización a través de los Aprendizajes en Sociedad).

Comunidades de Cuidados tiene interés en dar a conocer el modelo impulsado por la Asociación Cicerón porque es una buena práctica de cuidado comunitario con las personas mayores como protagonistas absolutas. Se trata de una de las pocas (muy pocas) experiencias reales existentes. Evaluar el impacto en la calidad de vida de las personas que viven en los centros de Cicerón nos permitirá recabar información valiosa y hacerlo, además, de manera transversal a nuestras líneas de trabajo 1 y 3, ya que a pesar de no ser un cohousing, sí es una comunidad autogestionada que, además, está plenamente imbricada en el entorno rural.

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